Cuando hablamos de los productos estrella del cerdo ibérico, inmediatamente pensamos en el jamón ibérico o en el clásico lomo ibérico. Sin embargo, existe una auténtica joya gastronómica que aún permanece relativamente desconocida para muchos: el lomito ibérico de bellota. Este exquisito embutido, también conocido como presa ibérica embuchada, es un tesoro culinario que destaca por su sabor intenso, su textura jugosa y su carácter singular. Vamos a adentrarnos en el mundo del lomito ibérico, descubriendo qué lo hace tan especial y por qué deberías probarlo si buscas productos ibéricos de calidad excepcional.
¿Qué es el lomito ibérico?
El lomito ibérico de bellota es un embutido curado elaborado a partir de una de las piezas más nobles y jugosas del cerdo ibérico: la presa ibérica. Esta pieza se encuentra entre el lomo y la paleta del animal, y se caracteriza por su veteado intramuscular de grasa, que le confiere una ternura y sabor excepcionales.
A diferencia del lomo ibérico, que se obtiene de una pieza más magra, el lomito se elabora con una carne más infiltrada y jugosa, lo que lo convierte en una auténtica delicia para los amantes del buen embutido. Tras ser adobado con una mezcla tradicional de especias —que suele incluir pimentón, ajo y orégano—, se embucha y se deja curar durante semanas o incluso meses, dependiendo del productor y del nivel de curación deseado.
Textura, sabor y características del lomito 100% ibérico
El lomito 100% ibérico de bellota es una experiencia sensorial que no deja indiferente. Su textura es firme pero tierna al corte, con un veteado de grasa que se funde suavemente en boca, aportando una jugosidad difícil de igualar.
En cuanto al sabor, se trata de un embutido intenso y profundo, con notas especiadas, un punto ahumado y un final persistente que recuerda a la bellota, base de la alimentación del cerdo ibérico durante la montanera. La grasa infiltrada, rica en ácido oleico, se funde al contacto con la lengua, liberando todos sus matices y aromas.
El color del lomito ibérico suele ser rojo oscuro con vetas blancas de grasa intramuscular, que reflejan la pureza de la raza y la calidad de la alimentación del animal. Visualmente, es tan atractivo como en el paladar.
¿Qué lo diferencia del lomo ibérico?
Aunque el lomito ibérico y el lomo ibérico pueden parecer similares a simple vista, existen diferencias fundamentales entre ambos productos que marcan una gran diferencia en sabor, textura y precio.
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Corte de carne:
- El lomo ibérico se extrae de una pieza más alargada, magra y musculosa del cerdo.
- El lomito ibérico proviene de la presa ibérica, una parte más pequeña, más jugosa y con mayor infiltración de grasa.
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Textura y jugosidad:
- El lomo es más firme y magro.
- El lomito es más jugoso y tierno, gracias a su grasa intramuscular.
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Sabor:
- Ambos tienen sabores intensos, pero el lomito suele tener un perfil más redondo y equilibrado, con mayor complejidad debido a su mayor contenido graso.
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Exclusividad:
- El lomito es una pieza más escasa por animal, lo que lo convierte en un producto más exclusivo y valorado.
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